Orgulloso me siento de los antecedentes de mi partido, de los orígenes de un pensar histórico, orgulloso de la semilla que en sudía, Pablo Iglesias plantó en el tiesto
del juego democrático, así como de la lucha llevada a cabo por los socialistas
en la Guerra Civil, que, haciendo de la libertad y la democracia su bandera,
lucharon con todas sus fuerzas para combatir el repugnante golpe de estado que
finalmente aconteció, un partido que, desde sus orígenes y que de acuerdo al
principio democrático, defendió un Estado republicano y que sufrieron como
ningunos otros, la dura represión franquista.
Lo
cierto, es que en la actualidad, en el socialismo contemporáneo
nacional (además de en otros partidos como es el caso de Izquierda Unida) aún se
mantenga en vigor una especie de contrato tácito firmado en la transición, una
supuesta lealtad contraída con el Rey por la sociedad civil por el buen trascurso
de una transición
sin demasiados incidentes, un “Juancarlismo”, que no monarquismo. Un
Juan Carlos que, haciendo suya la famosa frase de su padre, el Conde de
Barcelona de “Quiero ser el Rey de todos los españoles”, legalizó el partido
comunista sin que al ejército le diera tiempo si quiera a parpadear.
Nadie hoy en
día cuestiona ya la labor del Rey en la transición, al igual que su mano
derecha para llevar el golpe del 23F, pero ¿constituyen estos hechos la
garantía de una monarquía sin final marcado, una garantía de una continuación
de sucesiones de esta “dinastía histórica”?
Incomprensible es que, aún en el siglo XXI tengamos que tener en una
Constitución engendrada en la modernidad términos tales como “Dinastía histórica”,
términos que encontramos en un Título II de la Constitución (De la Corona) y
que no deja de ser curioso en cuando a sus contradicciones con el resto de
texto constitucional. Como se puede concebir una institución como la Corona
cuando nuestra Carta Magna, una de las primera cosas que hace es consagrar que
la soberanía reside en el pueblo (art. 1.2)? Quién ha elegido al Príncipe como
sucesor? Cuando nos darán la oportunidad de elegir? Es una institución que,
pese a no estar legitimada bajo esta gran institución que formamos el conjunto
de la ciudadanía aún mantiene vigente este contrato tácito con la sociedad
civil y en concreto, con los partidos políticos (véase opinión de Santiago
Carrillo sobre el Rey).
Asimismo, ¿cómo se puede concebir una institución como la Monarquía dentro de una Constitución
que consagra como principio supremo la igualdad? No es concebible. Si nos damos
cuenta, en cuanto a la sucesión, predomina el barón a la fémina, una “filiación
legítima”, es decir, un vínculo paternofilial, una relación de sangre, los
descendientes de una determinada familia, el predominio del mayor al menor… En
fin, encontramos una institución incapaz de llevar a cabo una modernización que
la adapte a los nuevos tiempos que transcurren, una actualización, pero al
mismo tiempo, nos damos cuenta de que si la actualizamos, la institución desaparece,
es incapaz de modernizarse una monarquía porque es una institución ligada al
pasado y que si se cambiaran los aspectos comentados dejaría de ser tal.
Y con todo esto, dejando de lado espectáculos tan grotescos como deslegitimadores
como es el caso de corrupción familiar así como la caza de especies protegidas
y centrándonos en los aspectos sustanciales de la institución.
La pregunta es, ¿cuándo derogaremos este contrato tácito en el Partido Socialista? ¿Quizá cuando muera el actual Rey y por tanto termine este “Juancarlismo”? ¿Cuándo se vayan sucediendo en el partido los puestos a los integrantes de la
republicana organización de Juventudes Socialistas? Lo único cierto que sabemos es que, en períodos tan largos de tiempo, hasta los
asesinatos prescriben, los que no sabemos es cuando prescribirá, cuando dejará
de tener validez este contrato que, insisto, “Juancarlista”, que no
monarquista.
Antoni Benito Bou
Estudiante de Derecho y
EconomíaMilitante de JSE y PSOE de Alcàntera de Xúquer (Valencia)
http://activosprogresistas.wordpress.com/
@AntoniBenitoBou
http://www.facebook.com/antoni.benitobou
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